viernes, 18 de octubre de 2013

¡¡Oculus Rift en mi cabeza!! Metro: Last Light

  • Los juegos interactivos incluirán entornos visuales y sonoros tanto envolventes como convincentes, pero la interacción táctil aún estará limitada.
  • Más allá de las grabaciones musicales, imágenes y vídeos de películas, el entretenimiento digital más popular será el software de experiencia virtual. Estos entornos virtuales interactivos permitirán el descenso de ríos virtuales, viajar en ala delta por el Gran Cañón o tener encuentros íntimos con la estrella cinematográfica preferida. Los usuarios experimentarán entornos de fantasía sin equivalencia en el mundo físico.

  • Las personas experimentarán la realidad virtual en tres dimensiones por medio de gafas y lentes de contacto que proyectarán imágenes directamente hacia la retina. Junto con auriculares, los usuarios podrán telecomunicarse con otras personas y acceder a Internet.
  • Estas gafas especiales y lentes de contacto podrán proporcionar «realidad aumentada» y «realidad virtual» de tres modos diferentes: En primer lugar podrán proyectar un HUD (consola de visualización frontal) a través del campo visual del usuario, superponiendo imágenes que permanecen fijas en el entorno independientemente de la perspectiva u orientación del usuario. En segundo lugar objetos o personas virtuales podrán renderizarse a través de las gafas en lugares fijos, de modo que cuando los ojos del usuario miren en otro lugar, los objetos permanecerán en su posición. En tercer lugar los dispositivos podrán bloquear completamente el mundo real y sumergir totalmente al usuario en un entorno de realidad virtual.

Hoy en ¡¡Oculus Rift en mi cabeza!! hablaré de Metro: Last Light secuela de Metro 2033, ambos videojuegos de acción en primera persona y survival horror basados en la novela Metro 2033 del autor ruso Dmitry Glukhovsky. El argumento gira en torno a Artyom, un joven que recorre un largo camino para salvar su mundo de un peligro mortal. Se describen las consecuencias de una guerra atómica en la que sus únicos supervivientes luchan por sobrevivir en el laberíntico metro de Moscú veinte años después del holocausto nuclear.

Oculus Rift + Metro: Last Light

Metro: Last Light es a día de hoy, uno de los videojuegos más avanzados y exigentes gráficamente, con unos requerimientos en cuanto a potencia de computo CPU+GPU muy elevados. Para ejecutarlo fluidamente a una resolución de 1080p hace falta un equipo con procesador Intel Core i7-3770 3.4Ghz, 8GB DDR3 y AMD Radeon HD 7970. Con ello conseguiremos apreciar al máximo todos los detalles gráficos de este juego.

Su argumento y el desarrollo de su historia nos mantiene enganchados desde el primer momento, siendo nosotros los protagonistas de la misma encarnando a Artyom.

En el siguiente vídeo de ResetLoad podemos ver que lo bien que está implementado el control del juego para Oculus Rift y lo inmersivo que resulta al tratarse de un videojuego en 1ª persona. Somos los absolutos protagonistas de la historia y debido a los scripts de movimiento de las escenas, la calidad gráfica del producto y su argumento escuchamos como ResetLoad suelta de vez en cuando un WoooooW.

mejor a pantalla completa y 1080p


La capacidad de inmersión es tan abrumadora que de vez en cuando se queda ensimismado viendo flotar las partículas de polvo en suspensión. Parapetado tras un muro teme salir porque escucha a pocos metros las voces de los vigías. Incluso comenta lo increíble que es el poder de sugestión una vez que lleva unos minutos dentro de esa nueva realidad.

No deja de ser otro videojuego más (de los buenos eso sí) que se puede jugar con un PC potente, pero si lo visualizamos a través de unas Oculus Rift le daremos un giro de tuerca a la experiencia. Por lo tanto la rejugabilidad está asegurada porque aunque se haya finalizado anteriormente en "pantalla tradicional" la sensación que te deja rejugarlo mediante Oculus Rift es prácticamente la de un juego nuevo, una historia nueva.

Obviamente esta clase de productos tienen que venir doblados a nuestro idioma porque leer subtítulos incrustados bajo nuestra vista no es para nada cómodo.

Por último os dejo con este vídeo en el que vemos la reacción de una niña de 8 años trasteando con las OR e intentando tocar con total naturalidad la realidad virtual... ;D

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