lunes, 3 de febrero de 2014

La novela del mes: Snow Crash

Snow Crash, novela de ciencia ficción escrita por Neal Stephenson, se convirtió en la novela de cyberpunk más vendida de los años noventa, y su título figura en la lista de las 100 mejores novelas en inglés elaborada por la revista Time.

Narra la historia de Hiro Protagonist, un repartidor de pizzas en el mundo real, aunque samurái en el Metaverso, que un día a punto de no poder entregar una pizza a tiempo conoce a T.A., una adolescente patinadora que trabaja como mensajera.


Poco después, Hiro descubre la existencia de un poderoso virus informático alojado en un nuevo pseudonarcótico apodado "Snow Crash". Al serle ofrecido en un selecto club nocturno del Metaverso, tanto él como sus colegas hackers son víctimas de sus efectos, que se manifiestan tanto en el Metaverso como en el mundo real.

Atando cabos, comenzará a descubrir que detrás de todo esto hay un conocido delincuente apodado Cuervo, y una serie de mitos y leyendas relativos a Babilonia. Hiro tendrá que emplear sus conocimientos de hacker y sus habilidades como espadachín para desvelar el misterio del Snow Crash.

Su búsqueda lleva al lector de gira por la cultura Sumeria, una sociedad desarrollada plenamente sin intervención, y una meta-sociedad virtual patrocinada por las élites financieras, sociales e intelectuales.



La historia se desarrolla en Los Ángeles a principios del siglo XXIII, en el área antiguamente conocida como los Estados Unidos. En esta realidad futura e hipotética, el gobierno federal de los Estados Unidos ha cedido la mayor parte de sus poderes a organizaciones privadas y de empresarios.

Las franquicias, la soberanía individual y los automóviles, son los reyes supremos (junto con el tráfico de drogas, el crimen violento y las congestiones de tráfico). Ejércitos de mercenarios compiten por contratos de defensa nacional, al mismo tiempo que guardias de seguridad privados preservan la paz en vecindarios verjados soberanos.
Una gran parte del territorio cedido por el gobierno ha sido dividido en enclaves, cada uno administrado por su propia compañía de franquicia, como "El Gran Hong Kong de Mr. Lee" o los cientos de "burclaves" (barrios semi-independientes). Los remanentes del gobierno mantienen su autoridad sólo en conglomerados aislados donde llevan a cabo actividades que son, en su mayor parte, irrelevantes para la sociedad. Compañías de autopistas compiten por atraer conductores a sus carreteras, y todas las entregas postales se realizan a través de un mensajero contratado. Este orden se parece al anarco-capitalismo, un tema que Stephenson continuara en su siguiente novela La era del diamante.

Irónicamente, la Mafia Italiana es una de las franquicias que más ética demuestra tener a lo largo del libro, en parte por su política focalizada en las relaciones humanas. Mantienen un trato cálido y ameno con el cliente y buscan tratar a los empleados como parte de la familia, lo que obviamente acarrea castigos severos ante el fracaso.

La hiperinflación ha devaluado el dólar en tal medida que billetes de un trillón de dólares "Ed Meeses" son ignorados, y el billete de un quadrillón de dólares "Gipper", apodo de Ronald Reagan, es el billete pequeño común. Para transacciones físicas la gente recurre a monedas alternativas no hiperinflaccionadas como el Yen o los "Pavos Kong", moneda oficial de El Gran Hong Kong.





Fuente:
Wikipedia

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